- Área: 3326 m²
- Año: 2017
-
Fotografías:Marcos Morilla
-
Proveedores: Inalco, Porcelanosa Grupo, Grato, Griesser, Rimadesio
Descripción general
El proyecto se encuentra en un barrio residencial con baja densidad edificatoria, donde conviven viviendas unifamiliares de reciente construcción con antiguos palacetes que aún conservan sus hermosos jardines de árboles centenarios. El cliente había comprado siete parcelas adyacentes y deseaba construir en ellas tres viviendas, una para sí mismo y otra para cada uno de sus hijos.
La primera decisión de proyecto después de visitar el entorno fue situar las edificaciones en el límite norte, no sólo por ser la parte más elevada y ofrecer unas magníficas vistas, sino también para liberar el máximo posible de terreno en la zona más soleada y a la misma cota que el pabellón de usos múltiples. Cada construcción ocupa su propia parcela, pero no hay ningún tipo de división física entre ellas e incluso se conectan bajo tierra a través del garaje, de tal manera que sólo se genera un único acceso común al conjunto. El terreno se entiende así como un todo, y es tratado más como un parque que como jardines individuales.
Concepto: Contexto y estrategia
¿Cómo diseñar un complejo residencial dotado de espacios comunes de ocio pero que preserve la intimidad de cada unidad familiar? ¿Cómo proyectar tres viviendas que reflejen el carácter de sus habitantes pero conservando una unidad formal? ¿Y cómo convencer a un cliente con un alto poder adquisitivo de evitar seguir las tendencias arquitectónicas?
El pasaje subterráneo que “cose” el complejo residencial funciona como basamento para los volúmenes emergentes de las viviendas, bastante sencillos, sin estridencias, buscando una imagen atemporal. Usando el mismo material para las fachadas, piedra natural, pero en diferentes tonalidades –del negro al blanco, pasando por el gris-, se consigue la unidad del conjunto, pero señalando la identidad diferencial de cada edificación. Los espacios interiores son espaciosos, aunque desde fuera las viviendas parecen más pequeñas de lo que en realidad son, dado que sólo se perciben dos de las plantas, la baja destinada a las actividades diurnas y la superior a zona de noche. Una tercera planta, bajo la rasante del terreno, es profusamente iluminada mediante patios ingleses, tratados como jardines ocultos privados.
Construcción: materiales y estructura
El espacio común compartido, el pabellón de usos múltiples, se ubica bajo una única losa de hormigón cubierta por la vegetación, diluyendo así los límites entre lo natural y lo construido, en un juego entre tectónico y estereotómico. La cubierta vegetal en continuidad con el terreno no solo integra la edificación en el entorno y minimiza la altura sobre la rasante natural del mismo, sino que también supone un ahorro energético por su capacidad aislante. Los tres volúmenes de las viviendas son bastante compactos, con ese mismo propósito de sostenibilidad, y tienen fachadas acristaladas hacia el sur para aprovechar la radicación solar y la luz natural, mientras que aquellas orientadas al norte son esencialmente ciegas. Se utiliza además un sistema de geotermia para aporte de energía renovable.